Crochet: Inicio de todo esto…

Comenzó el verano de 2008 y las tardes de los viernes libres. Había que celebrarlo. Quedamos las compañeras y ahí estaba Carmen enseñando las tareas que tenía empezada para su futuro pequeño. Así que me picó el gusanillo y quise aprender a hacer crochet.

Mis profes fueron internet y las revistas de los kioscos dedicadas a eso. Así que me compré mi primera aguja, mi madejita en blanca y una revista. Por supuesto que quería hacer patucos y baberitos que son muy rapiditos de terminar, sobre todo para motivarme.

Con mi compi empezamos a desplegar esos esquemas y cual fue nuestra sorpresa que encontramos que había un lenguaje en crochet. Era muy complicado, vamos para ingenieros, verdad? Pero poco a poco fuimos cogiéndole el tranquillo e hice mi primer patuco.



Pero claro, había que hacer dos. Es lo que tiene, los bebés vienen con dos pies. Y el resultado fue: uno del número 15 y el otro del 30.

Y seguí insistiendo…



Pero seguí, a pesar de esto. Mirad que baberos más monos:



Al final como esto no daba para mucho y no teníamos bebés para probarlos, pasé a algo más práctico: las fundas de móviles!!!! Son chulas, ehn?. Se admiten encargos pero sin plazo de entrega fijado, verdad, Julia???)



Pero aquí se quedó lo del crochet, hice alguna diadema o algo parecido pero me cambié de palo: El Punto… ya os enseñaré.